ERNESTO PEREZ

"Dad palabra al dolor; el dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe" W. Shakespeareel

La locura que ensordece la tierra

" una libertad que no se afirma nunca tan auténticamente como entre los muros de una cárcel, una exigencia de compromiso en la que se expresa la impotencia de la pura conciencia para superar ninguna situación, una idealización voyeurista-sádica de la relación sexual, una personalidad que no se realiza sino en el suicidio, una conciencia del otro que no se satisface sino por el asesinato hegeliano".
J. Lacan

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Bailemos


Bailemos...

Loca de amor

Bailemos...

colmemos todas las copas

Vivir...

perder la memoria

jugar hasta el limite.

Y que caiga la musa con su canto

embriaguemos todos los sentidos

Tarde o temprano...

tu cuerpo

cubrira mi cuerpo

con su manto

de muerte

domingo, 21 de noviembre de 2010

Desordenes de la Alimentación: Anorexia y Bulimia


Presentación

Los desórdenes de la alimentación tienden a ser agrupados por presentar síntomas comunes (DSM III y DSM IV): anorexia y/o bulimia, y concomitantemente adelgazamiento u obesidad a veces extremos, con las consecuencias psicofísicas y vinculares que estas situaciones conllevan (amenorrea, disfunciones sexuales, conflictos familiares y de pareja). Pero en realidad pertenecen a estructuras clínicas muy diferentes:
- Neurosis (histeria y obsesión) con rasgos orales predominantes.
- Rasgos de carácter. Con tendencias impulsivas a comer o a no hacerlo.
- Psicosis. Con delirios místicos o persecutorios de envenenamiento.
- Personalidad Borderline o trastorno límite de la personalidad. Con trastornos corporales narcisísticos.
-Psicosis ordinarias no desencadenadas.

Estas estructuras mantienen un síntoma común en relación a la alimentación, pero nosotros a partir de diferenciar síntoma y estructura, planteamos un abordaje del síntoma de acuerdo a qué patología pertenezca el mismo. Nos guiamos por la enseñanza del psicoanálisis freudiano lacaniano.
En este sentido es importante saber si el síntoma pertenece a las estructuras clínicas clásicas o es una forma de patología que con la enseñanza de Lacan ubicamos dentro del discurso universitario, o estan en un límite del discurso, con enganches muy precarios en lo simbolico y en el imaginario corporal.
Es por esto que consideramos de utilidad clínica diferenciar en que discurso se presenta el síntoma. Si es en el discurso del amo con referencia al significante del padre (S1) tenemos las estructuras neuróticas: histeria y obsesión . Si es en referencia a un saber universitario (S2)(dietas, calorias y exigencias de la época) o puede ser un invento singular sintomático que permite un enganche con la realidad en algunas psicosis ordinarias no desencadenadas.
Debemos tener siempre presente la gravedad del cuadro: la consulta clínica y los análisis clínicos son de rutina. Por eso el tratamiento psicoanalítico debería ubicar el manejo de estas estructuras. Si el paciente debiera ser hospitalizado pensamos en un centro psiquiátrico polivalente, donde la presencia de otras patologías ayuden a no fijar el síntoma, o en muchos casos a agravarlo, en tanto y en cuanto muchas veces la patología más grave le indica a la menos grave cuál es el camino (maniobras para realizar el vómito, etc.).
De todo esto se desprende, que nuestro punto de vista terapéutico es médico - psicológico integrado con un enfoque psicoanalítico del sujeto enfermo. Por lo tanto no estamos de acuerdo con terapéuticas agresivas de aislamiento y represión para el enfermo y su familia, que ya fueron desechados por los más importantes Centros Psiquiátricos a nivel mundial.

ANOREXIA Y BULIMIA: DISCUSIÓN ACERCA DE SU TERAPÉUTICA

Los tratamientos hoy usuales para la patología anorexia y bulimia de orientación conductista, controladores de la ingesta y con un rasgo represivo evidente han aparecido como solución novedosa de la problemática.
Sostenemos que no sólo no resuelven el problema sino que lo exacerban hasta límites insospechados, ya que este tipo de tratamiento alimenta, reproduce y amplifica el goce que está implícito entre la anoréxica y su madre.

Confesiones de una anoréxica (tratada en un centro conductista de lucha contra la anorexia, dirigido por alguien que varias veces estuvo almorzando con Mirta Legrand)

“Ya no aguanto más, todo es en contra mío, no me dejan salir a ningún lado, me espían, me torturan. Tengo que comer todo lo que me dan sin pestañear, si digo que falta sal ya me castigan. Si voy al baño, no puedo cerrar la puerta, ni siquiera puedo apretar el botón del baño. Sé que todo esto yo lo provoqué, pero ya no aguanto más, cuando salgo, si me dejan, alguien me acompaña, no puedo estar sola ni un minuto. Creo que se aprovechan de mi enfermedad para imponer su voluntad. Yo ahora voy a hacer buena letra y después me voy y hago la mía.”

Esto decía Sonia, adolescente de diecisiete años, anoréxica, tratada en un Instituto muy conocido de la Capital, por especialistas en la atención de estas patologías. Los pacientes son obligados a comer en la forma, en los horarios, en la cantidad y calidad que la Institución ordena. Luego se pone candado en la heladera, el control de la alimentación se extiende a todo acto y conducta, de tal manera que el paciente no pueda estar solo, ni siquiera para ir al baño. Se tapan los espejos hasta cierta altura para que no se vean el cuerpo sino sólo el rostro. Todo es alimentario, y todo es controlado.
Se adiestra a la familia, a los parientes cercanos, a los amigos, a los compañeros del colegio, en estas reglamentaciones. Cuando el paciente sale de la casa, va a estar siempre acompañado por alguien que representa la Institución y que va a denunciar cualquier falta. Debe llevar consigo una libreta donde debe quedar anotado lo que come, lo que hace, con quién está y en qué horarios. En caso de que el paciente no cumpla con las indicaciones, se lo deja sin salir durante varios días, hasta que se arrepienta. En caso de vómito el castigo es mayor. Cuando va cumpliendo con el régimen, se lo premia con salidas vigiladas. Todo esto en forma organizada, ininterrumpida y permanente, puesto que es una patología que según dicen no tiene cura.

Lactancia y omnipotencia materna

Sostenemos tres momentos en la constitución del síntoma anoréxico:
1) lactancia (momento pre-subjetivo)
2) primera infancia (juego con el deseo de no comer)
3) pubertad (identificación a una ley insensata)

En el momento de la la lactancia aparece la constitución del objeto oral. esto tiene varias faces: desde el momento de objeto de vacio, objeto que Lacan nombra como objeto "a" , objeto pelado podríamos decir de fantasma, hasta la constitución del objeto oral mas completo donde aparece el fantasma, lo cual quiere decir el gusto de comer.
Es en este momento intersubjetivo donde aparece el tema de la lactancia como central en el inicio de la subjetividad y la estrcturacion de la imagen corporal.
Cuando se llega a constituir el fantasma tenemos los cuadros en general neuróticos, pivoteando la problemática falo-castración. Si la castración aparece del lado de la madre suele surgir con la idea de no alimentar bien a su bebé (“mi leche no lo alimenta”, “no tengo la cantidad suficiente”). Si la castración aparece del lado del niño aquí comienza el problema que nos interesa; “no me come”. Así surgen los primeros síntomas anoréxicos en relación a la omnipotencia materna que se niega a claudicar. Ella sigue teniendo todo su narcisismo intacto, es el hijo el que no come, por lo tanto lo ve débil, esto la angustia, y lo atiborra de pecho y/o papilla.
Este plus omnipotente materno es lo que el bebé regurgita o vomita. ¿Estos serán los primeros síntomas de anorexia o es la presentificación en un período pre-subjetivo del fantasma materno?.

Es en la primera infancia donde aparece la posición subjetiva del niño rechazando el alimento; "no me come nada”, porque si me come me devora, canibalismo oculto en el fantasma de la anorexia. El alimento fálico es vaciado en “nada”, vacío que debería ser llenado con un signo de amor. La madre confunde la demanda de amor con la necesidad, y le llena la boca; y el niño juega con la madre con su rechazo.

No hay ninguna anoréxica que no coma la papilla como yo mando

El momento de la pubertad marca la resignificación del Complejo de Edipo. La apelación al padre es fundamental para la constitución sexual.
En estas familias el padre no cumple esta función, ya que apoya la ley insensata materna que rige en la estructura familiar. Si para todo humano rige la ley del falo, en la familia anoréxica se traduce: para todo humano rige la ley de la alimentación; toda ley implica su excepción, así existe un humano para quien no rige esta ley de la alimentación (posición anoréxica). Por fin la ley insensata de la que hablamos y que los especialistas conductistas pueden hacer suya, encarna el goce superyoico que está en juego: no hay ningún humano que no se rija por la ley de la alimentación.
Es interesante hacer notar que la época con su ley de hierro con respecto a un saber alimentarse le da argumento a esta madre que tempranamente consulta a un nutricionista, encajando a la hija en la Ley de hierro de la alimentación.
Esta forma de aplicación de la ley implica considerar el goce pulsional implícito en la estructura, y que estos tratamientos terminan de conformar.
Por lo tanto nos parece que la anorexia implica una posición subjetiva que se basa en negarse a la Demanda del Otro con el sacrificio que esto determina.
Para terminar sería interesante discutir sobre la terapéutica de estos casos; además del aparato psicológico y médico que necesitan, ¿cómo hacer para hacer pasar el acting y el pasaje al acto en el que están metidas a un síntoma analizable bajo transferencia?

lunes, 1 de noviembre de 2010

Una sola lágrina

Casi sin saberlo
descolgue del cielo
con mi mano derecha
una pequeña estrella,
hecha de sangre y fuego...
era una sola lágrima
cántaro de luz sobre tu rostro.
La estallé con mi palma
y viví en un instante,
el infinito cuerpo
de todas las galaxias!

viernes, 24 de septiembre de 2010

Medea, La mujer moderna y La experiencia subjetiva

“Las aguas de los ríos sagrados corren hacia arriba,
y el justo orden de todas las cosas se ha trasmutado.
Son engañosas las decisiones de los hombres y está perdida la fe proveniente de los Dioses.
Pero los anuncios acerca de la condición de la mujer se darán vuelta
para que mi vida tenga gloria: llega el honor al linaje femenino.
Ya no tendrán las mujeres una reputación maliciosa”
Medea en Eurípides

Hay infinidad de interpretaciones de la tragedia Medea, yo la voy a tomar solo como posición mujer, cuya voluntad de llevar adelante una decisión deseante no tiene límites.

Voy a trabajar dos textos:
Fornicar y matar de Laura Klein y La mujer en cuestión de María Teresa Andruetto son dos libros de mujeres escritos por mujeres. Por lo tanto vamos a ubicarnos en la perspectiva de la mujer en la época. Se trata de textos que dan cuenta de actos realizados por mujeres al margen o en el límite con la Ley, por eso aparece Medea en mi reflexión.

El primer libro Fornicar y Matar es un ensayo sobre el espinoso problema del aborto. Allí Laura Klein plantea que esta decisión trágica, no es una elección libre, y hace un listado: Aborto terapéutico, eugenésico, alegre, sádico, hipotético, fallido, sentimental, autónomo…pero también está el elegido. Lo cual pareciera que en algún caso se juega la elección en el verdadero sentido de la palabra, es decir libertad y responsabilidad.

El segundo libro La mujer en cuestión es una novela, allí María Teresa Andruetto trata de acercarnos a una mujer en particular, el relato nos traslada a los años setenta, donde una mujer llena de deseos quiere vivir su existencia en libertad mental, corporal, social y política, con todos los desgarradores problemas que esto le trae en plena dictadura militar que en esos años destrozó a la Argentina.

El libro de Klein abre un debate muy actual. “El aborto es una materia moralmente problemática, pastoralmente delicada, legislativamente espinosa, constitucionalmente conflictiva, sanitariamente confusa, humanamente angustiosa, radicalmente provocativa, periodísticamente explotada, personalmente sesgada y ampliamente ejecutada” citado por Lara Klein creo sintetiza este debate.
De entrada ubica su posición mas allá del facilismo: aborto si, versus aborto no. En este sentido toma pero deja de lado la controversia entre ideales y derechos contradictorios. ¿Que es más importante el derecho de la mujer? (donde se identifica todo el feminismo) o ¿el derecho a la vida? (donde se identifica la corriente religiosa conservadora). Ella trata de meterse con el nudo humano de experiencia subjetiva, más allá de los ideales de la época o de discutir cuales derechos son de primera o segunda generación.
Así lo primero que nos preguntamos siguiendo su lectura, y esto también vale para la novela de Andruetto, es si el sentido de la experiencia, y aún más de la experiencia trágica, son todavía posibles en el mundo actual.

Tomando a Lacan, convengamos que el hombre moderno es alguien que ha perdido el sentido de la tragedia, porque es incapaz de leer en el dolor los signos de la verdad. Laura Klein intenta recuperar algo de estos signos en la experiencia del aborto, por eso se opone tajantemente al aborto que llama alegre
“Lamentablemente tengo que decirles que si, que hay abortos alegres. ¿A que llamo aborto alegre? A una mina que en cuatro años se hace ocho abortos, eso es un aborto alegre. Vos podes tener un traspié, dos traspiés y no querer tener más hijos pero no podes tener ocho abortos. Contra eso estoy yo”: de Mabel Manzotti citada en su libro y nos dice “Que lo no justificado sea frívolo. Y para que la indignidad de la muerte no se cobre en nuestra vida su venganza, las mujeres tendrían que hacerse responsables”

Pero el problema y volvemos a la pregunta inicial es el problema de si el mundo actual deja lugar a la experiencia responsable. Giogio Agamben, un autor citado por la autora al final de su libro, plantea en “Infancia e historia” que “la expropiación de la experiencia estaba implícita en el proyecto fundamental de la ciencia moderna. La experiencia, si se encuentra espontáneamente se llama: caso, si es expresamente buscada toma el nombre de experimento” Lo cual quiere decir que todos somos casos y experimentos en el discurso científico que nos rodea.

Por lo tanto tendríamos que preguntarnos si en una mujer que aborta es posible la experiencia en el sentido trágico de la existencia, porque la ciencia con su saber en el discurso que nos domina, nos dice que es la vida hoy. La nuda vida, como plantea Laura Klein tomando justamente a Agamben, vida desnuda, aparece ante nosotros como un embrión o zigoto y ya no nos preguntamos por la vida, en tanto digna de ser vivida. La vida para el discurso científico tecnológico es vida sin marcas, ¿los sujetos son eso?

Entonces hoy las mujeres no creo que tengan abortos alegres, pero si pueden abortar como un trámite, como sacarse un grano, porque se trata de un acto médico o de planificación familiar o algo incompatible con el proyecto de una mujer exitosa. En este caso el sentido de la experiencia estará perdido.

Por eso creo que Laura Klein en su libro se pone en relación a lo que los psicoanalistas llamamos experiencia en el sentido de la verdad subjetiva en juego, porque de todas maneras quedan marcas en el cuerpo como tal. Y ella intenta dejar el debate por un momento del derecho de la mujer a su propio cuerpo, o el derecho a la vida desnuda del embrión, con todas las implicancias ideológicas, políticas, sociales y de salud pública que esto tiene. Debate de los antiguos pero siempre presentes Dioses, ideales del supremo bien fuera del sujeto.

La experiencia si es tal implica un punto de real que pone al sujeto cara a cara con su deseo inconciente, no puede escapar, su acto lo precipita sin saber. Solo después de realizado debe hacerse responsable, lo cual no quiere decir culpable. Pero aquí más allá de la despenalización del aborto, como ley universal por venir, su responsabilidad no es generalizable. Cada mujer, cada una, deberá hacerse cargo de su acto, de pasar por sus propios fantasmas y por esta vía acceder a poder afirmarse en su propia decisión, que ha tomado, y que la hace libre: “Me hago cargo del tiempo y de las circunstancias que me tocó vivir es decir: actuar”

Laura Klein nos invita a internarnos por este camino, mas allá de su posición de despenalización, nos invita a recuperar el sentido de lo trágico, de la posición Medea que cada mujer tiene. Nos dice al final de su extenso y minucioso recorrido:
“Las mujeres ejercen un poder al que no tienen derecho, tienen el poder de infringir la ley. En el reside la fuerza que hace valer la lucha por su legalización… Quienes rechazan esa fuerza niegan la parte de la leona que las mujeres tenemos en la experiencia, desconocen ese poder como si fuera peligroso. Y lo es”

Esta parte de Leona que tiene cada mujer es la parte que estoy tratando de pensar con el personaje de Medea, no porque no haya otros verdaderamente tremendos, pero en este lugar sin límites me parece que Medea es la que va más lejos, primero entregando todo por su esposo Jasón en un amor loco, donde llega a traicionar a su familia, a su padre y a su propia tierra, y luego en su acto de matar a sus propios hijos con tal de vengarse para siempre del mismo Jasón.

La mujer en cuestión de María Teresa Andruetto es este tipo de mujer, porque desde esta perspectiva nos anuncia la autora “If I can take the dark with open eyes”-es uno de los epígrafes de su libro- es decir: es posible atrapar lo oscuro con los ojos abiertos, es posible internarnos en la experiencia trágica de frente, sin ocultamientos. Por eso digo que Eva Mondino la mujer en cuestión es una mujer Medea, ella pone en cuestión a la mujer de su época, no por hablar sino por su silencio.

En este relato se van sucediendo una infinidad de opiniones acerca de quienes la conocieron y la trataron, para intentar atraparla, entenderla, ¿juzgarla?, si juzgarla. Pero Eva se escapa, el juicio se va postergando y cuando creíamos tenerla se nos escurre como el agua. Esta es la experiencia central de la lectura de la obra: No es posible con el lenguaje dar cuenta de la cuestión mujer.


“Mas aún quien redacta este informe tiende a considerar que han existido tantas Evas como testigos la nombran, tantas, como personas la conocieron y hablaron con ella. Esto, en cierto modo válido para todos los seres humanos, como cualquiera podría, dado el caso comprobar, pareciera acentuarse cuando se trata de las mujeres”

Si ya Aristóteles se hacía cargo de otra lógica que no participara del Todo, y se excluye de él, Lacan habla de esa posición de no-toda que asocia con la subjetividad de la mujer. No toda en el lenguaje, no toda en las reglas establecidas, no todas en lo referente a lo calculable.
El hecho de que la mujer no sea calculable por la ciencia tal vez, me arriesgo a decirlo le da una chance a este mundo de que la experiencia no quede totalmente aplastada.

Así el relato transcurre tratando de construir una verdad histórica, donde la memoria se construye como un rompecabezas, con el medio decir de las verdades y las mentiras. “Quien esto escribe, carece, como es de comprender, de una imagen completa y veraz de todo lo concerniente a la vida material y espiritual de Eva, pese a que no ha ahorrado esfuerzos para conseguir con respecto a ella la mayor información, de la manera mas objetiva, para escribir un informe ajustado a la realidad…pues he aquí el problema principal: saber quien es, quien fue y como fue esta mujer en las distintas etapas de su vida”

Un relato que quiere al mejor estilo científico encontrar el fundamento de lo que pasó, tratando de disecar cual cirujano los datos del objeto.

“Mide un metro con setenta y cinco, una altura superior a la media de las mujeres argentinas de su tiempo. Pesa actualmente ochenta kilos, unos cinco por encima de su peso ideal. Tiene ojos verdes, no del que habitualmente se prefiere para los ojos, sino de un verde, a juzgar por testimonios y fotografías, algo oscuro”

En este sentido como diría Agamben, el informante está tratando de construir un caso como si la investigación fuera un experimento y la experiencia tuviera ese rasgo. Pero la cuestión mujer queda abierta no se trata de una experiencia para el archivo policial, se trata de una experiencia de vida: Eva Mondino entonces: ¿religiosa o prostituta? ¿Con convicciones revolucionarias o actuando por interés? ¿Solidaria o asesina? Se nos escapa.

Maria Teresa Andruetto en este discurrir del medio decir de la verdad va pintando la subjetividad de una época.
La cuestión mujer es una herida abierta, por el sexo, la muerte, la traición y el remordimiento.
“dice Lila Torres (su amiga), que ella pagaría todo el oro del mundo para borrar de su vida lo que pasó aquella tarde, que se lo ha escuchado en varias ocasiones. En relación tangencial con este tema (el de culpa y arrepentimiento, o no, sobre ciertos hechos de su vida) se puede mencionar la formación religiosa de Eva” “aquella noche en que Eva decidió hacer o no tuvo mas remedio que hacer lo que le pedían, aquella noche donde ella llevó a cabo, cometió o padeció, se podría decir, el único hecho del que hoy se arrepiente *
*Este informante no alcanza a comprender la naturaleza del hecho al que hacen referencia los testigos, ni si se trata de un hecho a las actividades políticas o a la detención de Eva Mondito, o si se trata de un hecho de orden privado en su sentido más estricto (Ej.: divorcio, aborto u otros similares)

Pero la mujer en cuestión guarda en su silencio el secreto de su acto. Guarda su silencio, pero sabemos que su acto tiene que ver con una elección forzada por sus circunstancias, como en toda verdadera elección, donde hay ejercicio de la libertad en un límite con la muerte.
La Eva en cuestión mantiene el misterio sobre su conducta en la época del proceso militar. “De todo lo que le ha sucedido a Eva en la vida, y no parece que le hayan sucedido pocas cosas, lo que más dolor le provoca es –según los numerosos testimonios recabados-haber tenido un hijo y no saber donde está ni tampoco si está vivo o está muerto”
Eva tiene a su primer marido desaparecido, y debe hacerse cargo en la más completa soledad, de su vida, tiene que responder, y lo hace.
“Usted me pregunta como estoy ahora, decirle-dice Eva- le diría que tranquila que me hace bien tejer al crochet, eso me distrae, hace que se me pasen las horas, los días…también paso buenos momentos con Pacha, con Lila, con muy pocos más….y me consuela pensar que, de algún modo, he sobrevivido, pude salir viva de aquel infierno”
¿Viva en el sentido de Zoe o de Bios?, vida desnuda o digna, es decir reafirmada por la experiencia de la verdad.

Porque en una verdadera encrucijada se esta solo, y es allí desde el fondo pasional de cada uno que nace una respuesta, y ese acto va a marcar hondamente a quien lo realiza. Esta es la experiencia trágica de la vida donde elegir es inventar y cada cual es inventado allí.

La mujer como madre posible es campo del Uno como lugar del Otro. Campo del Uno es el campo de la ley, del orden del significante amo, es el lado madre de la mujer por el cual ella entra en la cultura intercambia en su inconciente el niño posible por el falo del cual se ve privada.
Pero tenemos el lado de la Otredad, de lo Otro como tal en ella, donde hay un fuera de la ley, una voluntad femenina que cuando se pone en juego no adhiere a las reglas, cualesquiera que estas sean.

En este sentido en relación a un embarazo o a un posible hijo, el niño-embarazo deseado es investido del lado de la ley, del lado fálico, pero el niño-embarazo no deseado puede quedar afuera, del lado de la otredad y ser vivido como un cuerpo extraño.
Esta relación mujer-otredad la coloca con extrañamientos frente a su propio cuerpo que es vivido como otro, como extranjero, de allí todas las patologías descriptas para ella en los momentos posteriores al parto, que justamente ha llevado a muchas mujeres a deprimirse o tener actitudes agresivas con su propio hijo que acaba de parir.

La relación de la mujer con la otredad del lado del amor a un hombre, la hace siempre un poco extraña tanto para adherirse sin límites a su hombre y perder todo por él, en esas locuras de amor muy descriptas por la literatura, hasta rechazarlo absolutamente con un odio sin ningún miramiento.

“Una mujer no da con El hombre mas que en la locura…..Así el universal de lo que ellas desean es locura: todas las mujeres son locas, no del todo locas, sino mas bien acomodaticias: hasta el punto que no hay límites a las concesiones que cada una hace para Un hombre: de su cuerpo, de su alma, de sus bienes” Lacan.

Sería esta una alternativa de Eva Mondito que muy enamorada de su primera pareja, cuando este es desaparecido, pareciera comenzar una serie de pérdidas: su libertad, su hijo, su dignidad.
“Perdido ese hijo, desaparecido también Aldo Banegas, de quien no recibió nunca el cadáver ni otra referencia de su muerte mas que la desaparición misma, perdidos en su momento los trabajos seguros que tuvo alguna vez en el periodismo y en la docencia, perdida también o desechada la pensión que le correspondería por el concubinato con su primer marido….”etc, etc.

Pero al mismo tiempo que el texto propone esta lectura también propone otras, por ejemplo que todo lo que ella hizo siempre fue con una ganancia de placer, y en este sentido a partir de este gran amor su vida comienza a cambiar y está dispuesta a vivir sin ninguna atadura.
Tanto es así que al final del libro nos insinúa el relato, que su segundo marido con el cual se casó legalmente, habría tenido alguna relación con el centro clandestino donde ella estuvo detenida.

“Le empezó a dar vueltas en la cabeza quién era él…bueno, en realidad fui yo la que vi que había algo que no cerraba y di vueltas y vueltas hasta que un día se lo dije, porque de pronto se dio cuenta, nos dimos cuenta las dos, de que el sabía todo lo que a ella y a mi nos había pasado...”
“Porque la mujer en cuestión no se separó de su segundo marido inmediatamente después de aquel descubrimiento y demoró casi tres años, porque si según dicen fue tremendo para ella su descubrimiento, porque no se fue de su lado apenas tuvo conciencia de las características del hombre con el que se había casado o de la modalidad de relación que ambos mantenían….son preguntas que este informe no puede o no sabe contestar”
“Y sin embargo, aunque parezca extraño, se podría decir que sin faltar a la verdad, que Eva es, a su manera feliz”

Aquí esta el punto Medea en la experiencia de la mujer, que tal vez a ellas también les resulta insoportable. Así para Eurípides Medea es piedra, por lo obstinada, animal salvaje, por la pasión desatada, y ola marina por la imposibilidad de detenerse.

Presentado en las IV jornadas de Autopistas de la palabra en la Biblioteca Nacional

miércoles, 25 de agosto de 2010

Autopistas de la palabra
Cuartas Jornadas de Literatura y Psicoanálisis

Lo siempre nuevo: imposibilidades, conflictos, creaciones
Dirección: Liliana Heer / Arturo Frydman

Domingo 19 de septiembre
12 hs
Mesa 4 Fornicar y matar - El problema del aborto de Laura Klein
La mujer en cuestión de María Teresa Andruetto
Panelistas: Susana Aguad / Guillermo Saavedra / Ernesto Perez / Silvia Bonzini
Articula: María Pía López

13.30 hs INTERVALO

14.30 hs
Mesa 5 Adán Buenosayres de Leopoldo Marechal
"Un Adán en Buenos Aires" de Julio Cortázar
“Adán Buenos Aires la armonización tutelada” de Sebastián Hernaiz
Panelistas: Ricardo Coler / Susana Cella/ Carlos Gustavo Motta / Mary Pirrone
Articula: Mario Goloboff

16 hs INTERVALO

16.30 hs
Nicolás Casullo por Guillermo David
Video: fragmento de una entrevista a Nicolás Casullo por María Pía López
17.30 hs
Plenario ¿Habrá tiempo en el lenguaje para lo siempre nuevo?
Graciela Musachi / Jorge Chamorro / Horacio González / Noé Jitrik

Palabras de cierre: Arturo Frydman

Biblioteca Nacional
Agüero 2502 - Sala Juan L. Ortiz, piso 3º
18 y 19 de septiembre de 2010
Entrada libre y gratuita
Se entregan certificados de asistencia
Inscripción e informes autopistasdelapalabra@gmail.com

Comité asesor: Silvia Hopenhayn / Nicolás Peyceré / Ana Quiroga
Carlos Dante García / Américo Cristófalo

Coordinación general: Macarena Cordiviola

Jornadas dedicadas a la memoria de Nicolás Casullo y Nicolás Rosa.

Las Autopistas de la Palabra han sido declaradas de interés cultural por el Honorale Senado de la Provincia de Buenos Aires en 2005.

AUSPICIOS: Biblioteca Nacional - Secretaría de Cultura Presidencia de la
Nación - Subsecretaría de Cultura de La Plata - Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina - Escuela de la Orientación Lacaniana - Fundación Descartes - Fundación El Libro - Cámara Argentina de Publicaciones - Centro Cultural de la Cooperación - Audiovideoteca de Buenos Aires - Ciudad Abierta Editorial Planeta - Grupo Editor Latinoamericano - Bajo la luna - Paradiso Ediciones - Editorial Mansalva - Editorial Catálogos - Ediciones Colihue
La mujer de mi vida - Pensamiento de los Confines – Las ranas - Librería
La Barca - Librería Norte - Librería Lilith – Librería del Mármol

viernes, 20 de agosto de 2010

LOBOS FRENTE A LA LUNA

BEBIO
TODA LA SANGRE
DE LA LUNA
EN UNA NOCHE
PERDIO LA RAZON
TRANSFORMO SU PIEL
SE ENCERRO TREINTA AÑOS EN LOS BOSQUES
SOLO
ENTRE LOBOS
COMPRENDIO
DE LA VIOLENCIA
DE SUS OJOS
DE LOS INCENDIOS
DEL VERANO
CONOCIO AL DIOS
DEL ROBLE
A LOS DEMONIOS
DE LAS SOMBRAS
SUPO
DE LA FUGACIDAD
DEL INSTANTE
DE LA PERMANENCIA
EN LA ILUSION.

jueves, 29 de julio de 2010

Literatura Argentina: de Echeverría a Rozenmacher

LO QUE DESBORDA EN LA LENGUA

Comenzaremos diciendo que “El matadero” es una metáfora del sistema político ejercido por Juan Manuel Rosas, y que narró Esteban Echeverría.
“Cochecito” de Germán Rozenmacher de 1967 simboliza la realidad de esos años. Épocas muy distintas son puestas en consideración.
Dos caudillos son evocados en ambos cuentos: en uno Rosas personifica los ideales de los más pobres, lo mismo ocurre con Perón en el cuento de Rozenmacher. En un caso el líder está en el poder y en el otro en el exilio.
El diálogo de las letras con una realidad política y social que refleja no es mecánico, porque el artista en su hacer con la lengua, inscribe lo que desborda, al representar objetos de goce prohibidos, pero al mismo tiempo crea el marco para que ese real sea posible, excluyendo e incluyendo a la vez lo inasimilable.

Pensamos que de la violencia por ideales románticos o autóctonos, pasamos a la violencia donde los ideales son cada vez más lejanos prefigurando esa violencia sin ideales, sin sentido y a puro cinismo que caracteriza este horror contemporáneo.

Los gauchos y los negros que apoyaban al caudillo expresan la violencia y la barbarie del matadero. Los grupos de la resistencia peronista representan en Cochecito, la violencia revolucionaria de los años 60 y 70.
Se combinan escenas grotescas y violentas de un intenso realismo entre las que destacamos el niño degollado, la matanza del toro, la tortura del joven unitario y el ambiente vulgar, donde cuerpos bestias y apetitos se mezclan en forma dionisíaca.
La matanza del toro prefigura la tortura y muerte del unitario En un ambiente de terror y violencia del cual no hay escape, solamente se aceptan “machos”, no hay sitio para hombres sensibles como el unitario, símbolo del humanismo romántico.

En principio nos llamó la atención cómo está ubicado este texto en nuestra literatura: “Texto polémico porque es ficción y/o realidad”, “Inaugura anticipadamente el realismo en nuestras letras”, pero lo más sorprendente es lo que arrastró como censura en un discurso fundacional.
Nunca sabremos las causas por las cuales Echeverría nunca publicó El Matadero. Pero el juicio póstumo de Gutiérrez sobre su “desnudo realismo”, brinda un indicio de las razones de la autocensura que Echeverría se impuso y de los posibles rechazos que hubiera suscitado.
Nosotros nos preguntamos sobre este “desnudo realismo que forzaba las preceptivas del romanticismo”. No sabemos si Echeverría ignoraba que Matasiete fue el nombre de un importante triunfo de las armas de la independencia en Venezuela, pero si podemos decir, que en él el discurso americanista queda elidido.
Así los llamados géneros son formas de gozar de, por y hacia la lengua, donde objetos censurados se ponen en juego en distintos fantasmas, anudando subjetividades.
En este caso el fantasma sádico y canibalístico, que muestra el matadero es intolerable, al igual que el fantasma de sometimiento del varón.
Este fantasma sacrificial va aparecer largamente, primero el indio y el negro, luego el gaucho federal, mas tarde, el inmigrante y el cabecita negra de alguna manera encarnan.
“Gaucho” ha sido una de las formas en que la cultura urbana del siglo XIX intentó capturar un sujeto colectivo que casi siempre queda afuera. Son los bárbaros que se oponen a la civilización. Gaucho es el malhechor, es una sospecha que necesita ser explicada. A través de sus letrados, se definen dos grandes figuras: gaucho patriota y gaucho malo, redundancia en el esfuerzo por crear una identidad.
Así se cifran gran parte de las polémicas que acompañan la constitución del estado y de la literatura nacional. Los escritores participan del desafío mostrando sus destrezas y sus debilidades: la fascinación por el enemigo, la didáctica ejercida a través del rebelde, la épica de la domesticación, el regodeo o la reticencia en los relatos de las hazañas de la barbarie.
Así El matadero trae los significantes que son caros a nuestra lengua, la carne y su goce en destripar, cuchillo, sangre, apetitos, y son los caudillos, los guapos, que por su agresividad, van a ir definiendo el mapa de una época, que marcará a fuego lo que se va a repetir.
“-¡Aquí están los huevos!-Y sacando de la barriga del animal y mostrándolos a los espectadores exhibió dos enormes testículos, signo inequívoco de su dignidad de toro por su indomable fiereza. La risa y la charla fue grande.”
Masculinidad, poder y violencia están en relación y en constante necesidad de ser revalidados, para no caer en la castración, la humillación y la indignidad.
“...a llorar a gritos como yo de chico. Y aguanto cualquier cosa menos que vos llores como cuando vi en un potrero como unos pibes más grandes capaban a un gato con una gomita y la niñez murió para siempre y así me sentí”, relata a su vez el protagonista de Cochecito.
En los dos textos el poder del machismo es un valor que se sostiene con un fantasma siempre latente de castración y muerte.
Momentos donde el poder sobre los cuerpos hace sentir su vasallaje. Momento donde el odio de las víctimas hace sentir la violencia de la venganza.
Desde sus orígenes, la literatura Argentina estuvo signada por la violencia. El matadero, condensa el terror en la lengua, el cuerpo y las ideas, que recorrerá gran parte de las letras y la historia nacional. “...quedó atado en cruz y empezaron la obra de desnudarlo. Entonces un torrente de sangre brotó borbolloneando de la boca”.

Cochecito es otro momento de la literatura Argentina, los sesenta, donde se imponen nuevas formas, nuevas temáticas que configuran un punto de partida inédito para el realismo. Se ha dicho más consistente, mas comprometido y militante, pero debemos decir que además, el realismo de Rozenmacher se manifiesta como autorreflexión, soliloquio, y a veces en dialogo interior, hay mezcla de distintas voces y una polifonía de discursos que acentúan la complejidad y riqueza del relato.
El grotesco ácido y sórdido de su obra nos recuerda a Arlt, donde los personajes solitarios, desolados, desesperanzados y sin ningún ideal, ironizan sobre los espejismos vanos de los hombres integrados en una sociedad que los rechaza.
Personajes en pugna constante por reivindicar lo bajo, lo pobre y la negritud. Aparecen estos aspectos rechazados de cada uno, en una dialéctica autodestructiva que va dejando muertos, dedos, pulmones, ojos y sangre en el camino y no logra un reconocimiento de sí.
En Echeverría lo bueno y lo malo están bien delimitados, en Rozenmacher aparece lo malo éxtimo (que es exterior e interior a la vez)
“...porque hoy este y mañana cualquier otro llevándome por delante porque ando mal vestido y soy medio morocho y a quien le hablás así negro roñoso le dije apuntándolo con la 38 lo llevé al baño y cómo temblaba y vos como si nada recorriendo nuestros efímeros dominios de living y dormitorio y le dije abrí la canilla y después lavate a ver si se te aclara el color”.
Hay un tratamiento de la violencia de esa época donde esta muy bien reflejada la resistencia peronista luego del golpe militar que derroca a Perón. Un gobierno que había retomado viejas banderas nacionalistas, autóctonas en defensa de los humildes.
Luego del derrocamiento ocurren los fusilamientos y el peronismo retoma las banderas de lucha.
Pero esa violencia adquiere poco a poco en el cuento un matiz de sin sentido. Los personajes están en guerra dentro del mismo grupo en un todos contra todos y esos ideales están cada vez mas lejos como el “Hombre”exiliado y “una revolución que nunca llegará”.
“-Mirá pibe. Lo único que sé es que el Viejo las sabe todas, no por algo les rompió una vez el siete. Él pone cara de póker, avanza, retrocede, juega al ajedrez y espera para dar el tajo final.
-Pero esta lejos.”
Esa violencia es por momentos cínica porque solo sirve para fines individualistas y a veces espurios.
“...y como le digo a Portoni me abro y solo me afané un traje para la luna de miel y me quedé con algo para gastos chicos nomás, para ir tirando y mirá que cuesta no tomarle el gustito, petisa, a la plata fácil”
Mezcla de insatisfacción, resentimiento, machismo, coraje hasta el límite y odio a sí mismo, nuestro personaje va circulando lleno de dudas entre un amor que degrada constantemente y que no puede aceptar, porque quedaría como boludo y traidor, y sus ideales revolucionarios que a veces piensa que son irrealizables. “...ahora que pasó el tiempo me di cuenta que Buenos Aires nunca arderá”.
Persiste una vorágine en la narración que nos lleva aceleradamente a perdernos en un tiempo que es a veces envolvente, a veces circular y en torbellino pero siempre tiene esa urgencia de lo inexorable.

O sea, esta odisea entre los que se asumen como víctimas y claman vengarse para sacrificar a otro, y aquellos que la historia los coloca en victimarios, muestra las posiciones sexuales de un drama humano no resuelto, un machismo nunca terminado, y siempre a punto de reaparecer. El ideal fálico debe ser revalidado en un más... más... y más que no tiene fin.
Podemos decir que si El Matadero es representación de la carnicería humana por ideales en pugna en un momento donde el estado nacional no esta constituido, Cochecito lo es de una carnicería donde los ideales se van desdibujando, y se hallan cada vez más distantes. Entonces el cinismo comienza a aparecer como alternativa, en un momento histórico que marca el inicio de la disolución del estado con los distintos golpes militares, y va instalando en la Argentina el capitalismo que globaliza la segregación.
Texto presentado en Autopistas de la Palabra en la Biblioteca Nacional